Claustro del Monasterio de Piedra, Zaragoza.

De este antiguo monasterio Cisterciense fundado en el siglo XII en época de repoblaciones y expansión Cisterciense por la península el rey Alfonso II de Aragón  y su esposa Sancha de Castilla  donan el castillo de Piedra Vieja a los monjes del monasterio de Poblet. El día 10 de mayo de 1194 encabezados por Gaufredo de Rocaberti parten 12 monjes para fundar el monasterio. 

Se comenzó a construir el año 1203 y en el año 1218 las obras ya están lo suficientemente avanzadas como para residir los monjes, celebrándose la ceremonia de traslado el día 16 de diciembre de ese año 1218. Su estilo arquitectónico es la transición del románico al gótico cisterciense. También tenemos algo de las épocas renacentistas y barrocas.

La zona de las celdas de los monjes hoy destinadas a un moderno establecimiento hostelero y de la del claustro es la mejor conservada.   

La sala capitular la cual esta comunicada con el claustro por una triple arquería en arco decorado con labores en zigzag, rosetones  y puntas de diamante.
Las cuatro columnas centrales palmeadas de las que salen los arcos que soportan sus bóvedas, algunas de las columnas aun conservan parte de su colorida decoración.  

Sobre el arco de la puerta de entrada a la sala capitular vemos representado el escudo de Aragón el cual esta dividido en cuatro partes o cuarteles.

En el superior izquierdo tenemos representado el antiguo reino de Sobarbe, hoy comarca del pirineo de Huesca, representado por una encina sobre la cual tenemos una cruz latina de gules y todo ello sobre fondo de oro.

El superior derecho la conocida como la cruz de Íñigo de Arista que se trata de una cruz patada en plata en campo azur. Esta cruz era el emblema del citado rey pamplonés del que descendía Sancho Garces III el Mayor quien fuera el padre de Ramiro I  el primer rey de Aragón. 

En el inferior izquierda tenemos representada la llamada "cruz de Alcoraz" que no es otra que la cruz de San Jorge cantonada por cuatro cabezas de moro, en alusión a la ayuda de dicho santo en la reconquista cristiana de la ciudad de Huesca.

En el inferior derecha la conocida como señal real de Aragón en la que vemos representados cuatro palos de gules en campo de oro, la cual en la edad media fue usada como emblema de los reyes de la corona aragonesa. 

El claustro es típico cisterciense robusto, austeros tal como eran en el siglo XIII, con arcos apuntados con capiteles y ménsulas decoradas con motivos vegetales. 

Altar barroco situado junto a la entrada a la capilla para los hermanos legos-conversos que eran aquellos que entraban en el convento sin dote y por lo tanto no podían hacer los votos completos.