Murales en Villadiego, Burgos.

  En mi ultima visita a la localidad burgalesa de Villadiego me encontré estos tres  murales.

  En este primero se puede ver una pequeña rapaz junto un campo de girasoles, cultivo que esta ganando terreno en la zona y como fondo una de las loras que componen el Geoparque de las Loras que se la conoce como Peña Ulaña.

  Este segundo intenta ser cartel recordatorio de algunas jornadas celebrado el 2020 en el mundo rural. Algo que no es fácil no solo para ellas para todos habitantes ya que en demasiadas ocasiones los servicios según los habitantes y en una comunidad autónoma como la de Castilla y León que se fue repoblando con localidades muy próximas entre ellas que con la modernización de la agricultura quedaron resumidas a la mínima expresión o desaparecieron. Como muestra esta localidad que es de las que se dicen "grandes" solo cuenta con unos 1500 habitantes y en Castilla y León solo superan los 10000 habitantes unos 22 municipios, incluidas las ciudades capital de provincia, de 2248 y muchos de ellos con varias localidades.

  Este mural esta dedicado a María Pacheco viuda de quien fue jefe comunero de Toledo y uno de las máximos jefes comuneros Juan de Padilla. María Pacheco siguió con la lucha en la ciudad de Toledo después de la derrota del movimiento comunero el 23 de abril de 1521 en la localidad vallisoletana de Villalar siendo ejecutados al día siguiente junto a sus marido el segoviano Juan Bravo y el salmantino Francisco Maldonado. Ella resistió en Toledo casi un año mas que se exilio en Portugal donde murió en la ciudad de Oporto estando enterrada en su catedral.

  Aunque ha pasado a la historia como María Pacheco su nombre fue María López de Mendoza y Pacheco, su resistencia en parte fue debida a la llegada a Toledo de otro destacado líder comunero como fue el Obispo de Zamora Antonio de Acuña. Pero tuvieron sus divergencias ya que por entonces quedo libre la silla arzobispal y primada de Toledo, queriéndola para si el obispo y para su hermano Francisco de Mendoza, María Pacheco. Estas divergencias duraron solo un mes después del Villalar que el obispo huyo hacia Francia siendo detenido en Pamplona.