Vidrieras y otras curiosidades en la Catedral de Burgos

Las vidrieras de la Seo burgalesa no son tan numerosas como en la de León pero aún así tienen una belleza especial.

A destacar el rosetón de seis metros de diámetro sobre la puerta Sacramental. Donde se conserva el único vitral contemporáneo a su construcción siglo XIII, ya que se  finaliza sobre 1240. Las vidrieras originales se perdieron por diferentes motivos uno de ellos por modas de poner vidrios translucidos.   

La limpieza y colorido son de un claro ascendente francés y desarrolla el tema del Obispo enseñando el misterio de Cristo a todo el pueblo desde el Rey al ultimo de sus súbditos. 

El rosetón situado en la puerta de Santa María, del que creo no capte bien su belleza al entrarme la luz de frente, quizás menos luminoso que el anterior pero igualmente bello.

En la nave norte tenemos entre otras estas dos vidrieras en las que vemos reflejadas las escenas del bautismo de Jesús y de las bodas de Canaa.

A la izquierda entrando por la puerta Sacramental nos encontramos la Capilla de la Visitación. 
Se ejecuto con financiación del obispo Alonso de Cartagena entre 1440 y 1442 del que tenemos su sepultura en el centro posible obra de Juan de Colonia, pero el yacente puede ser por su estilo y ejecución de un gótico florido se le atribuye a Gil de Siloé.     

A la derecha junto la puerta sacramental tenemos la entrada al claustro. Gótica del siglo XIII esta dedicada a la venida de Cristo como hombre.
En la jamba derecha el profeta Isaías y el rey David predicen su llegada, en la izquierda el Ángel anuncia a María cuya genealogía de reyes y profetas esta en las arquivoltas, el tímpano dedicado al bautismo de Jesús. 
Las puertas de finales del siglo XV obra de Gil de Siloé narra la entrada de Cristo en Jerusalén y la bajada de Cristo resucitado al limbo de los justos.   

Desde la unión del brazo sur del transepto con el crucero disfrutamos de esta vista del cimborrio, en la que podemos ver los laterales del mismo. 

A la izquierda de la nave central entrando por la puerta de Santa María tenemos el "Papamoscas" un muñeco un tanto grotesco que nos da las horas abriendo y cerrando la boca a la vez que hace sonar la campana. Existe desde el siglo XVI y se restauro en el XVIII. En una balconada anexa tenemos el "Martinillo" que los cuartos y medias.
En una postal que compre en una excursión escolar decía mas o menos esto, "no solo el papamoscas es el que abre la boca vosotros que estáis abajo también la tenéis abierta" y se veía gente con la boca abierta.  

Junto al hastial norte del transepto con motivo de superar el desnivel con la puerta de la Coronería y la nave se levanto esta escalera entre 1519 y 1522.
Es de las conocidas como imperiales obra de Diego de Siloé que se inspira en el diseño de Bramante para "Cortile del Belverede" en Roma.
Los antepechos son obra del rejero francés Hilario en hierro repujado y dorado con minucioso trabajo de medallones.  

Esta es la entrada a la única capilla que no se pudo visitar al estar en obras, que corresponde a la de los Condestables