El ferrocarril que hoy une las ciudades de Bilbao y León cuyo operador es la empresa RENFE, es la línea ferroviaria de vía estrecha (1 metro de separación entre railes) mas larga de la zona occidental europea). El tramo entre las localidades de La Robla (León) y Valmaseda (Vizcaya) fue inaugurada el 11 de agosto de 1894 siendo su constructora y primera operadora La sociedad del ferrocarril hullero de La Robla a Valmaseda cambiando su denominación en 1905 a Ferrocarriles de la Robla. Se construyo con el fin de suministrar a carbón a la industria siderúrgica vizcaína desde las cuencas mineras leonesas y palentinas muchas de sus minas en manos de empresarios vascos en aquellos años.
En el convoy no solo había vagones de mercancías también incluían de pasajeros. Estos últimos fueron utilizados por personas de poblaciones cercanas para ir a las localidades de la desembocadura del Nervión en busca de un futuro que no había en sus localidades.
En las siguientes vemos lo que eran la oficinas del jefe de estación y se puede ver un armario donde se tenían los billetes. Creo que todos billetes tenían su localidad de salida, destino y clase. Lo único que había que poner era la fecha para lo que se usaban esos fechadores que vemos sobre la cajonera,
El uniforme de la foto anterior no recuerdo el empleo de la persona que lo usaba.
En uno de los carros usados para llevar paquetería de consignas a vagones o viceversa vemos distintos tipos de maletas usados por los viajeros en distintas épocas junto a paquetes y recipientes de líquidos.
En las paredes de los vestíbulos o salas de espera se podían ver carteles en que se anunciaban distintos tipos de productos y empresas.
En la parte exterior previo a la entrada a talleres en primer lugar tenemos una plataforma giratoria la cual servía no solo para cambiar el sentido de la marcha de una maquina, también era usada para acercar al hangar correspondiente el componente del convoy a reparar.
Como la mayor parte del recorrido es por zonas donde eran frecuentes grandes nevadas se colocaba en la parte frontal de la maquina una cuña quitanieves, como la que se puede ver en la segunda foto de la serie.
Este vagón usado para el trasporte de mercancías ha sido reparado recientemente, con a mi entender de una forma bastante concienzuda.
En la parte posterior se puede ver una pequeña garita, lugar donde se colocaba el guardafrenos. El guardafrenos cuya labor era la de apretar o aflojar los frenos dependiendo lo que le pidiese el maquinista de una forma tan especial como ir haciendo sonar el silbato.
What a fascinating glimpse into the history of the La Robla railway, as both its industrial role and human stories come alive through the preserved uniforms, tools, and restored wagons.
ResponderEliminarMuchos elementos antiguos que no se ven ahora. Conservo de mi padre una máquina de escribir pero no es tan antigua como esta. Ahora los ordenadores y sus cómodos teclados es lo que se utiliza ahora.
ResponderEliminarFeliz semana. Un abrazo.
Esto es muy interesante aquí en mi ciudad tenían que hacer algo parecido, recuerdo paro muy vagamente ferrocarriles parecidos y sala de jefe de estación, todo eso que nos muestras o parecido, el fecocarril funcionaba pero para el transporte de plomo y trabajadores, teníamos unas cuatro o cinco estaciones de tren y no se ha cuidado al menos de tener un museo como recuerdo.
ResponderEliminarFeliz semana.
Saludos
Un contenido ferroviario muy interesante, que me ha traído bonitos recuerdos de mi infancia, sobre todo de las múltiples visitas que les hacia a mis abuelos en el tren correo de Sevilla a la estación de Usagre y Bienvenida en Badajóz; y como éramos pequeños y viajábamos solos, mis padres siempre avisaban a la pareja de ja Guardia Civil, que siempre iban en ellos, para que cuidaran de nosotros. Y las vueltas ya te lo puedes imaginar: gallina en un cesto de mimbre, queso, chorizos, morcilla y caña de lomo, de la buena, etc.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Tomás, y gracias por compartir.
Meu avô trabalhava com Telégrafo. Ele sempre dizia que o telégrafo utilizava o 'Código Morse' para codificar e decodificar as mensagens. Acho esses museus de profissões antigas bem interessantes.
ResponderEliminarNova tirinha publicada.
Abraços 🐾 Garfield Tirinhas.
Linda exposición. Te mando un beso.
ResponderEliminarThis glimpse into railway history is fascinating; so much care went into every role, from the stationmaster to the brakeman braving winter cold. It’s a reminder of how vital these lines were, not just for industry but for connecting communities and hopes. Do you think there’s something in today’s fast-paced travel that’s missing the kind of human touch these stories show?
ResponderEliminarQuerido Tomás, preciosa exposición en fotografías, gracias por la reseña que nos dejas.
ResponderEliminar*♥♫♥**♥♫♥**♥♫♥*--*♥♫♥**♥*♫♥*
..┊ ♥★ Querido Amigo ☆♥ ┊...
....*♥♫♥...Te dejo...♥**♥*
♥┊★☆Abrazos y besitos★☆┊♥
☆ ♥☆♥★┊Te deseo una ┊☆ ♥☆♥★
...★ ┊☆ ♥Feliz Semana !!! ┊♥★ ☆
♫♥*Qué Dios te bendiga*♥♫
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Boa tarde e uma excelente terça-feira. Paz e muita saúde. Parece ser um museu muito interessante, meu querido amigo Tomás. Não sei se no Brasil temos um igual. Parabéns pelas fotos e seu trabalho de divulgação.
ResponderEliminarOlá, amigo Tomás, nestas suas excelentes postagens você vai contando um pouco da bela história da Espanha,
ResponderEliminarcertamente um orgulho para todos os Espanhóis.
Uma ótima semana,
um grande abraço.
Ah, que riqueza de memórias guarda esse espaço!
ResponderEliminarFiquei encantada ao mergulhar nessa narrativa sobre o antigo ferrocarril e tudo o que ele representou para tantas vidas.
Cada detalhe, desde os uniformes, os bilhetes cuidadosamente carimbados, até as maletas e pacotes, carrega uma história silenciosa — de partidas, esperanças, reencontros... Senti como se cada objeto exposto ainda sussurrasse os passos daqueles que por ali passaram.
É lindo ver como o cuidado com a preservação, como no vagão de carga restaurado com tanta dedicação, mantém viva a memória de uma época tão significativa.
O guardafrenos, com seu capote de lã e seu trabalho atento, é como um símbolo poético do esforço humano em meio ao rigor dos invernos — tão tocante!
Gratidão por compartilhar essa beleza cheia de nostalgia e respeito.
Que museus assim continuem sendo janelas para o passado, e pontes de afeto com nosso presente.
SAUDAÇÕES
Muy interesante Tomás, me ha gustado mucho. Besos.
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