Un año mas esta peluquera jubilada nos realiza su Belén en el que los edificios y alguno de los paisajes las personas que somos de la zona reconocemos, en especial si tenemos cierta edad.
Las funciones que tenía dicho hospital poco tenían en común con los modernos hospitales.
Junto a la maqueta del edificio que doña Catalina construyo para dar asilo a los niños huérfanos y necesitados de la comarca, que no llego a funcionar como tal y si como fabrica de harinas por lo que se conoce como "la fabrica" ha representado a José y María camino de Belén.
También nos deja escenas cotidianas de la comarca como el pastor con sus ovejas, las personas apaleando las alubias o esos dos niños jugando el niño a la peonza y la niña saltando a la comba (la cual bien pueda ser ella de niña).
En donde representa al pesebre durante la adoración de los pastores nos ha dejado una miniatura de las antiguas mantas de Palencia y un pan donde se lee el nombre de la fabrica de pan local.
Este año como novedad nos deja una maqueta en la que se ven los edificios que cierran la parte norte de la plaza denominada "Plaza Vieja", esta denominación durante el gobierno del general Franco tuvo como denominación el nombre de uno de los generales que le apoyaron, paro para los vecinos no cambio de nombre.
Mirando la foto de derecha a izquierda el segundo edificio fue el antiguo ayuntamiento y en el lugar que se encuentra el primero hubo una ermita dedicada a San Esteban patrón de la localidad (26 de diciembre), pero solamente lo celebran los empleados municipales ya que el resto hacemos las dos fiestas el 8 y 9 de septiembre ya que alguno de ellos trabajan esos días
El espacio frente a la maqueta no solo nos representa la plaza que esta empedrada con su antigua farola, también escenas de los mercados tradicionales de los martes que tienen una antigüedad documentada de mas de 500 años.
Las personas representadas son de la localidad como los almendreros de la foto anterior que son los hermanos Echavarría, que no solo vendían almendras garrapiñadas. Si nos fijamos vemos seis cartas o naipes de la baraja española sobre las que se apostaba dinero intentando averiguar el numero superior del dado cubierto por un antiguo bote de conserva (por lo que se denominaba "el bote") que previamente se agitaba. No era un juego legal pero de no haber alguien que por la razón que fuera no aceptaba unas normas tan sencillas como si apostabas 1 y acertabas ganabas 5. Recuerdo de joven en ocasiones con los amigos igual apostar 100 pesetas a un mismo numero mas de uno o acertar varias veces y volver a casa con dinero después de consumir en bares.
Lo que creo falla pocos años es la representación de los danzantes, en esta ocasión les represento junto a una foto de la ermita de la Virgen del Valle. Sus hijos lo fueron y uno de ellos es el que toca actualmente la dulzaina.





















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