Seguimos paseando por el adarve hasta llegar al castillo de Enrique II de Trastámara hoy establecimiento hostelero de la red de Paradores.
Desde el paseo vemos unos andamios y una antigua garita de vigilancia que han restaurado, pero no del agrado de los mirobrigenses por lo que dijeron en las noticias.
La salida hacia el exterior por la puerta denominada de La Colada la realice como se ve entre dos filas de andamios. Al alzar la vista pude observar que esta puerta al contrario que otras tiene dos hornacinas donde alojar dos santos, cuando lo normal solo hay una para acoger a un santo protector de la puerta.
Otra cosa que nos puede preguntarnos es el uso que podían dar esas dos ventanas a ambos lados de esta puerta cuyo origen es del siglo XII. Debieron servir para el paso de las cadenas que a ambos lados servían para elevar o descender el puente levadizo que hubo en la puerta.
La puerta data del siglo XII, pero las defensas exteriores y barbacana son del siglo XVII. Como vemos el foso y puente levadizo desaparecieron, esas puertas que se ven si nos fijamos un poco parece que las colocarón de atrezo.
En el lado opuesto de la muralla con respecto a la anterior puerta tenemos la Puerta de las Amayuelas, antes de Santa María. La denominación antigua por estar junto a la catedral y la moderna por estar situada junto al palacio de los Amayuelas. En la información que encontré nos dice que durante los enfrentamientos del año 1812 entre franceses e ingleses junto sus aliados se abrió una brecha en la muralla. A esta brecha se la denomino "la brecha pequeña" ya que la grande la abrieron en el lado opuesto de la catedral.
El arco grande se realizo el año 1954, no dice si en el espacio de la brecha, siendo el principal acceso al casco antiguo.