El articulo anterior finalizo justo al lado exterior de la reja. Una vez quitada por Noemí, la guía que nos toco mientras nos aclimatamos al cambio de temperatura y puesto alguna prenda de abrigo, nos comento de nuevo un poco de historia de la cueva y también recordó de tener cuidado al hacer fotos con los teléfonos móviles de tenerlos bien sujetos ya que por alguna grieta que conduce a alguna sima ya han caído alguno.
A la entrada de la cueva hay una taquilla donde poder dejar mochilas y entrar solo con cámaras o móviles para hacer fotos. La persona que se ve con mochila es Noemí que mas adelante diré el motivo por el que la lleva.
A lo largo del recorrido iremos viendo distintas formaciones propias de todas la cuevas, pero en alguna parte vemos formaciones como las de la foto inferior que las han denominado "coralinas" por su forma de coral, hay zonas con mayor concentración.
La cueva en alguna zona es tan baja que se ven caer las gotas de los macarrones casi a la altura de los ojos.
En la foto inferior vemos como con el puntero laser nos indica una zona del techo que se desprendió dejando una cavidad especial.
Como comentaba anteriormente en el interior se podían ver "coralinas" mas formadas y mayor bellezas de la entrada.
Muy bonitas todas tus fotografías.
ResponderEliminar¿Conoces la Cueva de los Enebralejos? Están en Prádena, un pueblo de Segovia.
Tengo una nueva entrada en mi blog.
Un abrazo, Tomás.
It’s incredible how the cave shifts from vast chambers to such intimate spaces where you’re eye-to-eye with dripping stalactites
ResponderEliminarUn gran aplauso para ti, Tomás, eres un incansable explorador de la belleza y la memoria. Tus imágenes de la Cueva Coribos no solo capturan la textura del tiempo, sino que se ven elevadas por textos que informan y emocionan. Esta cueva, situada en Llamazares, León, guarda en sus entrañas secretos esculpidos por milenios de paciencia geológica. Como ya se apunta en la entrada, las formaciones “coralinas” y los desprendimientos del techo nos recuerdan que el arte más sublime lo sigue esculpiendo la naturaleza.
ResponderEliminarDeejaré aquí una cita histórica: Llamazares es parte de la comarca del Alto Porma, región de rica tradición pastoril y minera. Aunque la cueva Coribos es de estudio reciente, en la zona han aparecido indicios de ocupación prehistórica, como utensilios de sílex y restos de estructuras funerarias que sugieren un uso ritual de estas cavernas.
Añadiré a esta ilustre página una frase célebre para entonar el espíritu explorador: “Lo más hermoso que podemos experimentar es lo misterioso. Es la fuente de todo arte y ciencia.” — Albert Einstein.
Gracias, Tomás, por regalarnos estos viajes visuales y narrativos. Siempre un placer dejarse guiar por tu mirada.
El mundo interior de las cuevas es fascinante, siempre que entro en alguna de ellas siento como si regresara a los orígenes.
ResponderEliminarBuenas fotos, Tomás.
Un saludo.
Bom dia. Uma excelente quarta-feira e com muita paz e saúde meu querido amigo Tomás. Já tive essa experiência no Brasil. Em três cavernas e foi incrível e inesquecível.
ResponderEliminarParecce complicada la visita a su interior, pero tu lo has resuelto bastante bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tomás
ResponderEliminarEstou encantada com tanta
beleza! Lindo de verdade
cada item dessa sua
publicação.
Bjins
CatiahôAlc.
Tomas, I love your talent in photography. Beautiful.
ResponderEliminarLinda cueva. Te mando un beso.
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