Una Bella que Conocer; Capillas Nave Norte 2. Palencia.

Capilla de la Inmaculada Concepción 

 Esta capilla primeramente dedicada al obispo Arderico entre los años 1183 y 1207.  Posterior a esa fecha pasa a ser dedicada a la Santa Cruz a las que están dedicadas las pinturas murales que fueron descubiertas en 2017 en la restauración de la capilla.

  Con motivo del voto inmaculista de la ciudad en 1653 pasa a ser dedicada a la Inmaculada. Mandando construir una imagen suya al seguidor de Gregorio Fernández, Mateo Sedano. En el ático del retablo barroco nos encontramos la exaltación de la Cruz. El resto del retablo esta cubierto con pinturas donde se nuestra a Moisés haciendo brotar agua de la piedra con su bastón, el Ángel exterminador y la Virgen presente en la batalla de las Navas de Tolosa entre otras.

Capilla de San Fernando 

  Esta capilla estuvo dedicada a Santa Catalina antes de ser canonizado el rey Fernando III que fue el que unió definitivamente los reinos heredados - León de su padre y Castilla de su madre- en 1220. También reconquista Córdova en 1236, Cartagena 1245 y Sevilla 1248.

  El retablo barroco de madera dorada construido en 1677 para albergar la talla del rey Santo que realizo en 1671 por Alonso Fernández de Rozas. Sobre su talla vemos la de Santa Catalina con los símbolos de su martirio. El resto del retablo con lienzos con motivos personales del monarca como la renuncia de su madre al trono echo que sucedió en la pequeña localidad palentina de Autillo de Campos o su muerte.

   Señal de la antigua dedicación de la capilla la vemos sobre la puerta de su sacristía. Frente al retablo tenemos un bello sepulcro de D. Álvaro de Salazar al que se le representa yacente, con una bella decoración.

Capilla de San Ildefonso 

  De esta capilla fue propiedad de Alonso Fernández de Madrid intelectual y arcediano del Alcor muerto en 1559 autor de la Silva Palentina (gran crónica  del obispado palentino) o la traducción de la obra de Erasmo de Rotterdam el Enchiridion. De su posesión queda gran muestra por su escudo en la clave de la bóveda, el mural sobre el retablo, su sepultura y en la puerta de la sacristía.

  El retablo de estilo renacentista plateresco obra de Juan de Valmaseda de 1530 y se policromo antes de su montaje en 1549. Preside el retablo la imposición de la casulla a San Ildefonso por la Virgen, entre medallones de San Pedro y San Pablo, el martirio de Juan Bautista y el bautismo de Cristo. En su ático vemos bajo el calvario un medallón con una representación de la Piedad.