El nombre de este palacete se debe al de la finca donde se encuentra. Hoy se encuentra en pleno casco urbano pero en el momento de su construcción estaba próxima a una azucarera donde se extraía el azúcar de las cañas de azúcar.
La profesión de industrial azucarero era la profesión de Rafael Márquez y su esposa Margarita Márquez quien fue quien impulso su construcción a mediados del XIX.
En la década de los cuarenta que fue comprada por otro industrial azucarero llamado Tomás Galiana, su primer trabajo fue el reparar los daños sufridos en un bombardeo durante la guerra civil 1936- 39.
Tal como se puede leer en un cartel que indica que es su actual propietario es el ayuntamiento, el cual lo usa para oficina de turismo











No hay comentarios:
Publicar un comentario