Con este monasterio nos pasa como con muchas personas "la belleza esta en su interior" o si no mirar las siguientes fotos.
Comienzo con el coro situado a los pies de la iglesia cubierto por una bóveda de cañón con decoración de escayola elaborado en el siglo XVIII. Su sillería carente de decoración es de pino.
En la pared que la une con la iglesia cuenta con dos rejas que facilita la escucha de los actos religiosos y el publico escuchar sus cánticos y el sonido del órgano, también podemos ver varios retablos barrocos.
En este espacio tenemos tres sepulcros dos en la zona de la sillería y un tercero mas monumental justo a lo que sería el presbiterio. En la zona de la sillería solo se ve sobre el nivel del suelo el de quien fuera su fundadora Teresa Gil dama portuguesa nacida en Guimaraes. El segundo de los enterramientos de esta zona que se encuentra bajo el nivel del suelo ya que las normas de la orden no permiten aunque como en esta ocasión fuera una abadesa y persona de la nobleza ya que era hija de Sancho de Castilla, I conde de Alburquerque de nombre Leonor Sánchez de Castilla.
El sepulcro mas monumental es de la esposa de Juan I de Castilla Beatriz de Portugal por lo cual vemos escudos de Portugal en los vanos entre las cabezas de los leones que soportan el sepulcro de alabastro. Sobre la tapa de la tumba vemos la estatua yacente de la reina, con unos ángeles sujetando la corona.
La nave de la iglesia esta cubierta por un bello artesonado mudéjar que se queda corto si lo comparamos con el del presbiterio.
El arco toral que separa la nave del presbiterio esta decorado con santos dominicos, pero destacan las pinturas de los laterales del altar mayor.
El altar mayor de estilo churrigueresco esta presidido en su parte superior por Santo Domingo de Guzmán. En el nicho central se encuentra representado San Juan Evangelista escoltado por Santo Tomás de Aquino y San Pedro de Verona, sobre San Juan tenemos uno de los bajo relieves que representa la bajada del Espíritu Santo.
La sacristía y el refectorio se encuentran expuestos diversos efectos religiosos como el sagrario que adelante podemos ver el cual esta bellamente decorado.
Destaca la colección de telas con decoración propia de estas fechas y que se utilizaban para tapar los altares ocultándolos a la vista en Semana Santa denominadas Sargas.
El refectorio una gran sala rectangular que aun conserva el pavimento original de ladrillos cocidos y en las ventanas decoración de azulejos de Cuenca. El artesonado del techo que aún conserva la pintura original elaborado entre los siglo XVI y XVIII.
Especatacular monasterio que bien merece una visita. La coexistencia de un sepulcro gótico de excelente factura, de un artesonado mudéjar muy bien conservado y del resto del arte mueble, incluyendo retablos y pinturas, al margen de los frescos, nos sugiere un monasterio rico en distintas épocas d ela historia.
ResponderEliminarUn saludo