Comenzamos este recorrido por su plaza mayor a la que accedemos por la puerta de Carnicerías o puerta Nueva. En ella nos encontramos los dos edificios del ayuntamiento, el antiguo del siglo XVI en cuya fachada podemos ver el escudo de Carlos I en la balconada del primer piso.
El edificio que actualmente se usa data del siglo XIX con el escudo de la Villa en su fachada y un reloj carillón. El reloj que a unas determinadas horas unos autómatas ataviados con los ropajes de los danzantes bailan el pasacalles de las fiestas. Como se ve hay que acudir como recomiendan unos cinco minutos antes, en esta ocasión las 12 las otras son las 14, 17 y 20 horas.
El edificio que aloja servicios que la Diputación Foral de Álava perteneció a la familia Samaniego y fue la casa natal del fabulista.
El siguiente cartel del callejero no lo dejo por estar en las dos lenguas oficiales de la comunidad autónoma vasca, castellano y esukera, si no por que me lo encontré paseando por la calle mayor y esta la cruzaba lo que me recordó a un cruce de la calle mayor de Palencia.
Merece la pena perderse por su estrechas calles que parecen haberse detenido en el tiempo. Como vemos se conserva incluso como se ve el empedrado de alguna de las casas.
Un pueblo que me sorpredió muy gratamente y que has sabido fotografíar estupendamente, Tomás.
ResponderEliminarUn saludo.
Bonita tierra la que has visitado y has plasmado tan fantásticamente.
ResponderEliminarAbrazote utópico, Irma.-
Bom dia. Amei as suas imagens. Muito obrigada!
ResponderEliminarBeijos e um excelente dia!
O relógio é espectacular, aproveito para desejar a continuação de uma boa semana.
ResponderEliminarAndarilhar
Dedais de Francisco e Idalisa
O prazer dos livros
El reloj me parece muy original. Me gustaría algún día poder perderme por esas calles estrechas y recoger su belleza como lo has hecho tú.
ResponderEliminarBesos
Preciosos reportajes alaveses, me han encantado. Enhorabuena Tomás, un fuerte abrazo desde Cantabria.
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