Claustro del Monasterio; Santo Domingo de Silos, Burgos.

  Quizás al primer lugar en que dirijamos nuestra mirada es al jardín del claustro en busca del ciprés que inspiro al poeta santanderino Gerardo Diego y que pudimos ver en el monumento de la plaza.

Enhiesto surtidor de sombra y sueño

que acongojas el cielo con tu lanza.

Chorro que a las estrellas casi alcanza

devanando así mismo en loco empeño. 

(...)

Como tú, negra torre de arduos filos,

ejemplo de delirios verticales,

mudo ciprés en el fervor de Silos.

  Si bello es su jardín de inspiración versallesca su arquitectura románica que comente gracias a la falta de medios económicos no fue victima de la piqueta.
  Su forma es rectangular ya que siendo de medidas similares en su luz los lados norte y sur tienen 16 arcos, mientras que los lados este y oeste es de 14. Estos arcos se sustentan en capiteles sustentados en columnas dobles sobre un podio corrido con una apertura para acceder al jardín.

  De la sala capitular tan solo nos queda su arquería que daba paso del claustro a la misma en cuyos arcos vemos resto de policromía.

  El pavimento del suelo también es de bella factura realizado con canto rodado y cerámica.
  El artesonado del techo con una bella policromía.

  En el claustro nos encontramos con la tumba original de Santo Domingo de Silos y cuya lapida hoy sustentada por leones.

  De la antigua iglesia solo nos queda como muestra la puerta sur del transepto y la conocida como puerta de las Vírgenes.

  También se puede ver una monumental imagen de Nuestra Señora de Marzo datada entre los siglos XIII y  XIV. Se cree pudo ser parte de un antiguo tímpano de alguna de las puertas desaparecidas elaboradas en el siglo XIII.

  En el espacio entre la doble escalinata que acceso desde el claustro al museo y botica, espacios que no esta permitido hacer fotos, nos encontramos el sepulcro policromado de Fernando Pérez de Guzmán (hermano de Guzmán el Bueno) posterior al año 1279.