La fundación de esta abadía data del año 1132 con la financiación de la familia Muñoz, Condes de Saldaña, que también dotó de varias parcelas para la subsistencia.
Se cree que sus primeros ocupantes fueron los Canónigos Regulares de San Agustín.
En 1168 se empiezan las obras de la iglesia pasando a ser Premostratense dependiendo de Retuerta de Valladolid.
En 1258 los frailes se quejan de que los impuestos les hace difícil el mantenimiento del monasterio.
En 1573 pasa de Abadía a Priorato pero sigue bajo la jurisdicción de Retuerta. También se tienen noticias de un hospital cercano atendido por los frailes.
En el siglo XIX sufre los avatares de la invasión francesa y la desamortización de Mendizábal, quedando tan solo como parroquia dependiendo de la Diócesis de León como gran parte del norte palentino.
En 1947 se instala una preceptoría donde 15 niños cursaban el ingreso a primero de humanidades, pero solamente duro dos años.
En 1950 pasa a la Diócesis de Palencia utilizándose como casa parroquial hasta 1964 que se abandona lo que casi lo lleva a la ruina. Ya en 1998 la Junta Vecinal con ayuda del Gobierno Regional lo adecenta para uso como Centro de Día para las personas mayores de la comarca.
Del siglo XII solo se conservan los ábsides de cabecera modificados en su interior y la portada. La sala capitular junto al templo a un nivel inferior es del XIII. Son monumento histórico nacional desde 1978.
La portada algo deteriorada dado que da al norte hay quien la compara con la de la iglesia de Santa María en Carrión de los Condes y la San Juan de Moarves de Ojeda por lo completa y proporcionada. Como en la de Carrión es fácil ver el influjo del Románico francés.
Decir que el día que visite esta preciosidad no fue el primero que estuve en la localidad, claro las anteriores por motivos profesionales, y estando no muy distante de mi residencia lo que demuestra que muchas veces no vemos o apreciamos lo que tenemos al lado de casa.