Esta ermita situada en el monte Corberu el cual no solo tiene un bello paisaje también como hemos visto y seguiremos viendo tiene unas vistas magnificas.
Estas vistas hoy lugareños y visitantes disfrutamos de las magnificas vistas de la costa y la villa. En tiempo atrás esa cualidad era aprovechado para la defensa de la Villa de enemigos que llegaban por mar.
La tradición cuenta que la imagen fue encontrada en el mar en una barca que era dirigida por una paloma. En el cartel con información nos cuenta que la imagen lleva una barca en la mano.
En agradecimiento a la protección cada primer domingo de Julio se celebra su festividad, en donde se lleva la imagen en procesión abordo de un barco al mar.
Lo que vemos de la ermita es tan solo una parte de la que se construyo en el siglo XVI, ya que es fruto de la reconstrucción en la segunda mitad del siglo XIX.
Esa reconstrucción se debió a que un desprendimiento en la costa llevo consigo la parte de la capilla, de la que nos queda el arco de entrada que se ve en la parte posterior.
La disposición de los estratos de sedimentación prácticamente vertical y tiene desprendimientos periódicos corre el riesgo de que con el tiempo acabe el resto en el mar.
Sin ser experto creo que de suceder no lo veremos esta generación ni lo que nazcan en esta centuria.
En la puerta junto a una nota sobre alguna cosa del templo alguien dejo unas gafas que perdió. Se las debió quitar al empañarse por el uso de la mascarilla.
Junto a la ermita vemos unos cañones que podían ser los instalados en el fortín que fue destruido por tropas francesas en 1808 y lanzados al mar. Una vez recuperados fueron usados como punto de amarre de los barcos, Como vemos una vez restaurados se han vuelto a colocar en su lugar.